- 170 gr. de harina común
- 125 gr. de leche
- 25 gr. de mantequilla
- 15 gr. de levadura fresca (o en polvo)
- 1 cucharadita azúcar
- 1/2 cucharadita sal
- 1 huevo
- 2 cucharadas leche
Preparación:
- Sacamos la mantequilla de la nevera y dejamos que se ponga a temperatura ambiente.
- Calentamos la leche a 40ºC (un poco más que la temperatura de un dedo).
- Ponemos los ingredientes en un cuenco y mezclamos, primero con una cuchara, para a masarlos a continuación.
- Dejamos que la masa repose, cubierta con un paño de algodón, durante 5 minutos.
- Entonces volvemos a amasar hasta que la masa esté suave, pero sin estar pegajosa.
- Engrasamos un cuenco y ponemos en él la masa, lo tapamos con un paño de algodón y lo dejamos en un sitio caliente durante unos 30 minutos, para que la masa suba, o también podemos ponerlo en el horno (entre 30º y 40ºC) para que suba.
- Enharinamos una mesa de trabajo y hacemos panes de 50 gr. cada uno.
- Haz un corte longitudinal a los panecillos con un cuchillo bien afilado, o bien dos cortes en diagonal.
- Los colocamos sobre una bandeja de horno, forrada con papel de horno y volvemos a dejarlos subir en un lugar caliente, hasta que dupliquen su tamaño, o bien, volvemos a ponerlos en el horno (a una temperatura entre 30º y 40ºC).
- Precalentamos el horno a 200ºC.
- Batimos un huevo y añadimos 2 cucharadas de leche.
- Pintamos los panecillos con la mezcla de huevo y leche.
- Hornea durante 15-18 minutos, o hasta que estén dorados.
- Retira del horno y deja que los panecillos enfríen sobre una rejilla.
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