Este bizcocho ni lleva grasa ni lleva levadura, por lo que para lograr que quede esponjoso debemos tener todo preparado y elaborarlo con rapidez, para que el aire que añadimos al batir los huevos (separadamente) no desaparezca antes de hornearlo.
Ingredientes
- 220 g huevos (4 huevos medianos)
- 140 g harina floja
- 140 g azúcar
- una pizca de sal
- aromatizante opcional: vainilla, café, etc.
Pasos:
- Precalentamos el horno a 180ºC
- Preparamos un molde de tarta, al que pondremos papel de horno en la base, y si es posible en las paredes, sin engrasarlo.
- Pesamos el azúcar y la harina y reservamos.
- Tamizamos la harina.
- Añadimos la pizca de sal a la harina.
- Separamos las yemas de las claras
- Añadimos los aromatizantes a las yemas y batimos.
- Añadimos el azúcar a las yemas y batimos hasta que estén bien espumosas.
- Añadimos la harina con movimientos envolventes suaves.
- Montamos las claras a punto de nieve.
- Añadimos las claras a la mezcla de yemas, azúcar y harina y mezclamos poco a poco, en movimientos envolventes, evitando que se bajen mucho.
- Ponemos la mezcla en el molde de horno.
- Abrimos con cuidado el horno (para evitar que la corriente de aire, lo enfríe completamente) y metemos el molde en el horno. Volvemos a cerrar la puerta del horno con cuidado, por el motivo anterior.
- Horneamos hasta que al clavar una aguja de calceta en el centro, la aguja salga seca.
- Si se tuesta mucho la superficie se puede tapar con papel de aluminio.
- Sacamos del horno una vez listo.
- Dejamos que se temple y desmoldamos.
- Dejamos que se enfríe en una rejilla antes de utilizarlo y sobre todo antes de rellenarlo, si planeamos rellenarlo, (sino la crema con frecuencia se volverá líquida).
- Cuando se utiliza para tarta, suele cortarse la parte de arriba, que resulta más seca y con frecuencia está curvada, y se le da la vuelta.
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