Últimamente había ido simplificando más y más las formas de hacer pasta... que no está mal, porque la pasta por si sola está rica (me parece), pero a veces apetece un poquitillo más de sabor, así que esta receta ha sido la cena esta noche... y será la de alguna noche más.
Receta (para tres/cuatro personas)
- 300 gr. de pasta
- 300 gr. de carne de cerdo picada (de buena calidad)
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 2 zanahorias medianas
- 1 vaso de guisantes
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1 lata de tomate triturado
- sal
- perejil
- aceite de oliva
Elaboración
- Cocemos los guisantes y las zanahorias. Reservamos y picamos finamente las zanahorias una vez frías.
- Picamos la cebolla y el ajo finamente y los pochamos en aceite de oliva.
- Añadimos la carne y la movemos bien para que no forme "pelotas" de carne, sino que quede suelta.
- Añadimos un poco de sal a la carne.
- En paralelo, ponemos la pasta a cocer, en agua con sal y un chorro de aceite de oliva.
- Cuando la carne está casi hecha, añadimos el vino y le damos un hervor fuerte, para que se evapore el alcohol.
- Añadimos el tomate triturado a la carne y lo dejamos a "fuego" vivo para que reduzca.
- Una vez lista la pasta, la escurrimos.
- En la misma cacerola en la que tenemos la pasta escurrida, añadimos la salsa y dejamos reposar unos minutos.
- Podemos presentarla en un cuenco (precalentado, si es necesario) y espolvorear perejil.
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